viernes, 3 de febrero de 2012

Crema de chocolate blanco

Tras la última entrada que versaba sobre la complejidad de un corte de mangas, había pensado alternar con una sencilla receta de cocina, para relajar ánimos y reforzar confianzas. Ayer, mi amigo Román, propietario del restaurante Las terrazas, en la localidad donde trabajo, y en donde suelo comer los días de jornada de 24 horas, me puso la idea en bandeja, más bien en un pequeño cuenco: crema de chocolate blanco con frutos del bosque. Le dije que hoy era carne de post, y él tan orgulloso.



Ha sido comenzar a escribir y asaltarme unas cuantas dudas; la primera, sobre el origen del chocolate, que todos atribuímos a América (cierto, aunque no se concreta si surge en la cuenca del Orinoco o Amazonas y se extiende hasta México, o por el contrario, surge en México y se extiende hasta la cuenca del Amazonas,  los primeros hallazgos aparecen en México); la segunda, dónde reside la diferencia entre los más amargos y aromáticos (parace ser que es una cuestión de porcentajes entre la materia sólida o pasta del cacao, y la materia grasa o manteca del cacao. A mayor porcentaje de pasta, más amargo o negro, más puro. Su aroma depende del proceso de torrefacción: tostar a 110 o 120º C las habas del cacao, como el café, para eliminar humedad y acidez y así potenciar aromas. Idéntico proceso al del café torrefacto); y por último, el origen del chocolate blanco, que no es otra cosa que el 20% de materia grasa, otra proporción de leche en polvo o condensada y azúcar, careciendo por completo de pasta de cacao, por tanto no es chocolate, sino una elaboración de repostería (muy energético, es decir, que engorda y mucho). Información (resumen currado por mí, claro está) e imagen por gentileza de Wikipedia.

Os dejo la receta de este postre sin garantías de que salga bien (he intentado dos veces y me sale un aguado que queda para beber, cuyo sabor es idéntico a la crema, pero no consigo la consistencia del maestro Román, que creo que se guarda algún ingrediente decisivo que da consistencia a la cosa, como celoso alquimista. Pero ahí va.

Ingredientes:

500 cc de nata líquida para montar
2 tabletas de chocolate blanco
2 yugures naturales azucarados
Poner al gusto de azúcar (para mí queda bien sin añadir más que el que proporcionan las tabletas y yogures, para golosos añadir una cucharada grande).
Una cucharada de diversos frutos del bosque en conserva.

Foto: Carmen López. Postre elaborado por Román.

Elaboración:
Calentar la nata en un cazo, cuando parezca que rompe a hervir se baja el fuego y se añaden las dos tabletas de chocolate blanco. No se deja de remover hasta que se deshagan por completo. Se aparta y se deja enfriar. Añadir por último los dos yogures naturales azucarados y el azúcar al gusto, y remover hasta que la mezcla quede homogénea.
Servir frío, mejor en copitas de cristal de boca ancha, de esas altas con forma de triángulo, quedará más coqueto que en un cuenquecito.  El detalle de las frutas se pone justo al llevar a la mesa.

5 comentarios:

  1. Conclusión: el chocolate se llama chocolate porque tiene forma de chocolate no porque sea chocolate realmente. El chocolate, por cierto, es amargo. creo. ¿No?

    ResponderEliminar
  2. Conclución: el chocolate es el resultado de la mezcla de la pasta o materia sólida con la materia grasa (aceite) del grano del cacao. Decimos chocolate y nos imaginamos la tableta (sólida), pero pude se en polvo, líquido y sólido. Pero el chocolate blanco, efectivamente, no lleva nada, pero nada, de la pasta o materia sólida del grano del cacao.

    ResponderEliminar
  3. Áh, y sí, cuanto más puro es, más amargo. La pureza depende del porcentaje de la materia sólida, a más materia sólida más negrura, más amargor y más pureza de cacacao. Y cuanto más puro, menos engorda y es un antioxidante cojonudo que activa el cerebro.

    ResponderEliminar
  4. Creo recordar de mis tiempos de Historia de América, que los pueblos precolombinos utilizaban los granos de cacao como dinero.

    ResponderEliminar
  5. Recuerdas bien, la wiki dice que el cacao también era utilizado como moneda en las culturas prehispanicas ya que era uno de los productos que se utilizaban para pagar el tributo al "tlatohani". Y no explica más sobre qué era eso de "tlatohani".
    El chocolate blanco, parece ser, se empezó a hacer en Suiza tras la Primera Guerra Mundial, y en 1936, Nestle hizo la primera barrita de chocolate blanco.

    ResponderEliminar